El golf, un deporte que se enorgullece de la honestidad, la integridad y la búsqueda de la perfección, a veces puede llevar incluso a los jugadores más virtuosos a la tentación, también conocida como el reino de las trampas. Sí, todos hemos oído historias de mulligans que se convierten en elaborados encubrimientos y bolas perdidas que reaparecen por arte de magia. Aquí, nos sumergimos de forma desenfadada en el mundo de las trampas en el golf y en los desternillantes esfuerzos que hacen los jugadores para darle un pequeño empujón al destino.
La estrategia del "Mulligan Invisible": Ah, el mulligan, esa dulce oportunidad de redención tras un golpe desafortunado. Aunque los mulligans suelen limitarse al ámbito de las rondas de práctica amistosas, algunos jugadores han perfeccionado el arte del "mulligán invisible". Reposicionan la bola con astucia mientras sus compañeros golfistas estudian sus propios golpes, con la esperanza de que los dioses del golf no se den cuenta de la asombrosa similitud entre su primer y segundo swing.
El truco de la bola perdida: Las bolas perdidas han sido un misterio en el golf desde tiempos inmemoriales. Pero hay jugadores que han descifrado el secreto, usando tácticas sacadas de un libro de magia. Fingen recorrer el rough una eternidad y, de repente, revelan su bola con un triunfante "¡Eureka!". A un famoso chef de la televisión lo expulsaron (¡no diremos quién!) de las jornadas de golf de otro chef famoso por su asombrosa habilidad para encontrar las pelotas perdidas en el rough. ¡Menuda manipulación de resultados!
El "Inocente Foot-Wedge Shuffle": Cuando la bola cae en un punto incómodo, ¿por qué no empujarla suavemente con el pie? Algunos jugadores son expertos en el inocente foot-wedge shuffle, añadiendo un toque artístico a su juego. Con un elegante toque de punta, logran mejorar sutilmente su lie, manteniendo la fachada de un espectador inocente.
El "Lápiz Mágico de la Tarjeta de Puntuación": Hacer trampa en el golf a veces se extiende a la propia tarjeta de puntuación, donde las habilidades matemáticas de un jugador se vuelven tan esquivas como un tiro bien ejecutado desde un búnker. Con un Lápiz Mágico, el número de golpes disminuye misteriosamente y el jugador se convierte en un mago matemático capaz de hacer aparecer birdies de la nada.
La estrategia de la "amnesia súbita": La "amnesia súbita" es la estrategia predilecta de un jugador ante la evidencia indiscutible de un golpe mal contado. "Juraría que pegué ese golpe", exclaman, recreando convincentemente el momento en que se convirtieron en víctimas inocentes de la pérdida temporal de memoria. Ojalá pudiéramos usar esta táctica para borrar por completo los triples bogeys de nuestra mente...
El "Matón del Reglamento": Algunos jugadores tienen la asombrosa habilidad de recordar de repente una regla desconocida justo cuando estás a punto de ganarles. Invocan discretamente la Regla 39c, subcláusula a) ii), parte 3 del reglamento del club (obviamente sin presentarla por escrito), declaran tu bola fuera de límites o tu tiro ilegal, o incluso te descalifican por alguna infracción desconocida durante, sí, un partido amistoso (pero normalmente uno con dinero en juego). Para no empeorar el ambiente, suspiras, recoges la bola y concedes el hoyo (o el juego). Todo esto es parte de un día de trabajo para el mismísimo Dennis la Traviesa del golf.
Por muy graciosas que puedan ser las historias de trampas en el golf, estas arrojan luz sobre la naturaleza peculiar y a menudo frustrante del juego cuando se juega con un tramposo. Si bien la honestidad y la integridad siguen siendo la base del golf, hay cierto encanto en las ingeniosas estrategias que los jugadores idean para ayudar al destino. Al recorrer las calles, debemos recordar que la verdadera alegría del golf no reside en la puntuación perfecta, sino en las risas y las anécdotas compartidas que hacen que cada ronda sea memorable. Así que, la próxima vez que sienta la tentación de empujar la bola o reposicionar su lie, recuerde que todo forma parte del gran tapiz de las travesuras del golf, y una oportunidad perfecta para compartir unas risas con sus compañeros.
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